Después de subir los impuestos de construcción, de actividades económicas, después de arremeter contra las carreras urbanas, las motos, las terrazas etc etc, ahora, los comunistas más rancios del país deciden suprimir las bonificaciones a los emprendedores.
Su obsesión en crear pobreza, tener a los ciudadanos controlados, aburridos, grises y a ser posible iguales, no conoce límites.
Así es la izquierda en general y el comunismo en particular. Cuanto peor esté la gente, mejor. Esa es su obsesión. Ese es su lema.
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