Se necesita ser rastrero y canalla para usar a los niños para hacer propaganda terrorista. Despreciable y vomitivo se vea desde donde se vea.
Por un lado hacen gala de su memoria histérica quitando placas y por otro de su sectarismo totalitario. Producen asco.
No debemos olvidar que este tipo de individuos están ahí, no porque los hayan elegido los ciudadanos en las elecciones (que las perdieron) sino porque otros (que también las perdieron) les dejaron que se pusieran donde no les corresponde.
Mi enhorabuena a la señora alcaldesa de Madrid, Doña Manuela Carmena, porque, una vez más, ha sabido elegir a las personas más adecuadas para hacer gala de un analfabetismo funcional sin precedentes.
Pues todavía habrá quien lo defienda y/o justifique con argumentos ridículos y sectarios. No sé si me producen asco, risa o las dos cosas.
Indigentes intelectuales. ¡Que sigan retratándose!
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