lunes, 18 de abril de 2016

Carta a la hija de un asesino (Otegui)

"¿Realmente te provoca secuelas psicológicas el hecho de que tu padre haya estado en la cárcel durante unos meses y no el hecho de que sea un asesino terrorista desde hace años? Pero mira, voy a creerme tus secuelas. 

Echas de menos a tu aita y la amatxo está malita. Afortunada tú. Porque yo conozco mucha gente que echa de menos a su padre y sólo le queda la posibilidad de llevarle flores a su tumba. Y conozco a muchas madres que llevan años sin dormir, con fuertes depresiones o síndromes postraumáticos severos; y que cuando duermen, lo que ven son los restos de sus hijos desperdigados por un parking tras una explosión asesina. Y conozco niñas que a tu edad quedaron salvajemente mutiladas para siempre, sin piernas o sin brazos o sin ojos o, simplemente, sin ganas de vivir (eso sí que son secuelas, ¿verdad?). Y otros niños más pequeños que tú que vieron morir a sus padres a tiros, delante de sus inocentes ojos (eso trauma mucho, te lo aseguro). Y otros muchos que han quedado huérfanos, o que han desarrollado enfermedades psicológicas y físicas, o que han perdido a sus amigos del colegio o a sus hermanos o a sus abuelos. Todos ellos echan de menos a sus seres queridos y a esa parte de su infancia o adolescencia que murió con ellos.

Y de todos esos traumas y secuelas, hija de Otegui, es responsable tu padre. El que ha estado en la cárcel. El que tanto echas de menos."

Obtenido de Facebook: AQUÍ

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