El otro día, uno de los periodistas más cínicos y preponderantes de la televisión (Jordi Évole) entrevistó, en su programa, a un asesino de ETA: Arnaldo Otegui . Es vomitivo escuchar frases, pronunciadas por este asesino, tales como "en el atentado de Hipercor no queríamos matar" (si no quieres matar no pongas bombas) u otra como "el día que apareció muerto Miguel Ángel Blanco..." (como si hubiera aparecido muerto por arte de magia).
No sé qué es peor, si que existan asesinos tan repugnantes como Otegui o que haya periodistas rancios y arrogantes, como Évole, que les den voz en los medios de comunicación.
¡Qué asco me producen tanto unos como otros!
Para ilustrar, dejo aquí el "bonito" currículum del asesino llamado Arnaldo Otegui que ha pasado unos cuantos años encerrado en la cárcel. Y algunos se atreven a llamarlo "hombre de paz" ¡Repugnante!
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